En este episodio dos artistas de diferentes disciplinas se encuentran para hablar de música, cine y su relación con la comedia.
Martín Rejtman es guionista, escritor y autor de una filmografía y una literatura que conjugan un interés por la vida urbana y el humor, con una estética austera pero rica en personajes, escenarios y situaciones absurdas. Como pionero del Nuevo Cine Argentino, algunas de sus obras se han convertido en hitos de la historia de su país y en películas de culto del cine en español. Rapado, Silvia Prieto y Los guantes mágicos son algunos de los títulos que se han presentado en festivales como Locarno, Toronto, San Sebastián y Rotterdam.
Por su parte, Santiago Motorizado es un vocalista y compositor de rock argentino, reconocido por ser el líder de la banda Él Mató a un Policía Motorizado. Con ellos ha publicado álbumes como La Dinastía Scorpio, La síntesis O’Konnor y La otra dimensión, trabajos que exploran diversas formas musicales del género, conservando cierta melancolía y cierto humor. También ha colaborado para las bandas sonoras de series y películas como Okupas y La muerte no existe y el amor tampoco, de Fernando Salem.
Martín y Santiago se rebelan contra la solemnidad y hablan con gracia de su primer encuentro con el cine y la música: un descubrimiento irrepetible.
Con la participación de Martín Rejtman y Santiago Motorizado
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CRÉDITOS INICIALES E INTRO
MUBI y La Corriente del Golfo Podcast presentan
ENCUENTROS,
un podcast de MUBI. La plataforma de cine seleccionado a mano.
Cada día, una nueva película. En cada episodio, una nueva conversación.
MARTÍN REJTMAN:
Mis películas no son películas artísticas porque justamente rehúyo de todo elemento artístico en las películas y tampoco son películas populares y tampoco son netamente comedias, pero sí tienen humor, entonces están en un lugar un poco raro, que me interesa, claro, me interesa, pero al mismo tiempo es incómodo.
Las voces latinoamericanas más destacadas se reúnen para compartir y explorar el cine que nos gusta ver.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Igual me gustaba eso de fantasear mi propia letra de lo que decían las canciones, este, pero entendía así la música, como que decía “Bueno, las canciones son esto. No importa si la letra se entiende o no”, como que no le daba tanta importancia a la letra, porque yo lograba emocionarme con canciones que no entendía.
En este episodio dos artistas de diferentes disciplinas se encuentran para hablar
de música, cine y su relación con la comedia.
Martín Rejtman es guionista, escritor y autor de una filmografía y una literatura
que conjugan un interés por la vida urbana y el humor, con una estética austera
pero rica en personajes, escenarios y situaciones absurdas. Como pionero del
Nuevo Cine Argentino, algunas de sus obras se han convertido en hitos de la
historia de su país y en películas de culto del cine en español. Rapado, Silvia
Prieto y Los guantes mágicos son algunos de los títulos que se han presentado
en festivales como Locarno, Toronto, San Sebastián y Rotterdam.
Por su parte, Santiago Motorizado es un vocalista y compositor de rock
argentino, reconocido por ser el líder de la banda Él Mató a un Policía
Motorizado. Con ellos ha publicado álbumes como La Dinastía Scorpio, La
síntesis O’Konnor y La otra dimensión, trabajos que exploran diversas formas
musicales del género, conservando cierta melancolía y cierto humor. También ha
colaborado para las bandas sonoras de series y películas como Okupas y La
muerte no existe y el amor tampoco, de Fernando Salem.
Martín y Santiago se rebelan contra la solemnidad y hablan con gracia de su
primer encuentro con el cine y la música: un descubrimiento irrepetible.
MARTÍN REJTMAN:
Yo me siento responsable porque yo sugerí, eh, tener la charla con vos, así que…
SANTIAGO MOTORIZADO:
Claro, me encanta.
MARTÍN REJTMAN:
Tengo la sensación de que tengo que…
SANTIAGO MOTORIZADO:
A mí me encanta que el responsable no sea yo (se ríe)
MARTÍN REJTMAN:
Sí, pero bueno, me siento responsable pero no sé si soy responsable (se ríen). Creo que tenemos que repartir la responsabilidad.
SANTIAGO MOTORIZADO:
No, no, por supuesto, voy a dar lo mejor… de mí.
MARTÍN REJTMAN:
Y… está bien. Eh, no y bueno, a mí se me ocurrió tener esta charla con vos porque, eh, primero porque, bueno, me gusta mucho tu música (...)
SANTIAGO MOTORIZADO:
Qué bueno.
MARTÍN REJTMAN:
(...) y sé que te gustan mis películas, entonces pensé que eso era una, que era una buena oportunidad de, como de, de hablar un poco de eso, no solamente de cine, también un poco de música, aunque todo se debería centrar más en el cine porque es para MUBI pero, ehm, pero bueno… Sí y, eh, y más allá de que te gustan mis películas, sé que te gustan MUCHAS películas (...)
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, sí, sí.
MARTÍN REJTMAN:
(...) o sea, por eso, sos muy, eh, cinéfilo, vas a festivales de cine, etc, etc. De hecho, te crucé en Mar del Plata hace unos años, eh, en una proyección de Silvia Prieto.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí.
MARTÍN REJTMAN:
Ehm.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Yo estaba sentado en la escalera y te sentaste ahí justo.
MARTÍN REJTMAN:
Ah, mirá.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Vos estabas, bah, sí estabas acostadito mirando. Qué bueno estuvo eso.
MARTÍN REJTMAN:
En la escalera en la sala de cine.
SANTIAGO MOTORIZADO:
En la sala de cine, sí, sí, sí.
MARTÍN REJTMAN:
Sí, sí, sí claro.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Acostadito en las butacas, digamos.
MARTÍN REJTMAN:
Que era una proyección de los veinte años de la película…
SANTIAGO MOTORIZADO:
Y que estaba, ¿estaba remasterizado o algo así?
MARTÍN REJTMAN:
Estaba… sí, la película estaba… se, se, se volvió a… digamos, se re-escaneó a 4K a partir del negativo, eh, original súper 16mm, entonces la proyección ahora, las proyecciones ahora tienen mucha mejor calidad que la ampliación a 35 que se había
hecho en el momento del estreno (...)
SANTIAGO MOTORIZADO:
Claro, claro.
MARTÍN REJTMAN:
(...) en el, en el 99. Ehm, (se aclara la voz) no pudo estar, eh, en esa proyección no pudo estar Rosario porque estaba haciendo teatro en Buenos Aires (...)
SANTIAGO MOTORIZADO:
Ah, mirá…
MARTÍN REJTMAN:
(...) pero estaba Nina, la hija.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí.
MARTÍN REJTMAN:
(...) y, y bueno, y de hecho, yo te conocí a través de Rosario en realidad. O sea, fui… una vez me invitó ella a un recital de ustedes, de Él Mató en Vorterix (...)
SANTIAGO MOTORIZADO:
Claro.
MARTÍN REJTMAN:
(...) y ahí, y ahí nos conocimos así, rápidamente.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Qué bueno.
MARTÍN REJTMAN:
Y después ahora nos vemos bastante en casa de Vicentico, o sea que son dos actores de, de mis películas que más o menos nos mantuvieron ahí cercanos.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, me encanta… me encanta.
FRAGMENTO DE SILVIA PRIETO
-Hola
-Por favor, con Silvia Prieto
-¿Quién es?
-Silvia Prieto
[Silencio]
-No está
-¿No sabe cuándo la puedo ubicar?
-No, está en Europa…
-Ah…
-Vuelve en un mes más o menos
-Bueno, gracias. Muy amable
[Cuelga. Cambio de escena]
-¿Te puedo hacer una pregunta?
-¿Qué harías si se apareciera en tu vida una mujer con tu mismo nombre y apellido?
-¿Otra más? La mato, no lo dudo ni un segundo
-¿Cómo?
-Le cepillo el cerebro…
Acabamos de escuchar un fragmento de Silvia Prieto, de Martín Rejtman
SANTIAGO MOTORIZADO:
Este, sí, me acuerdo de esa proyección, me acuerdo de ver Silvia Prieto y que cambiara mi vida. No quiero sonar exagerado pero es real, digamos, son esas cosas que… que a los que amamos el arte nos explota la cabeza y nos hace repensar todo y nos… muestra como un mundo nuevo, una nueva forma de hacer cine o de narrar algo, de hacer arte, poesía, lo que sea y es muy inspirador, ¿no? Ese momento, eh, que uno recuerda para siempre y que descubre algo nuevo y algo nuevo muy potente, ¿no?
MARTÍN REJTMAN:
Pero ¿te pasa eso seguido o, o…?
SANTIAGO MOTORIZADO:
No, la verdad que no.
MARTÍN REJTMAN:
Como son cosas que pasan… además tienen también que ver con un momento de la vida de cada uno, ¿no? No solamente con las obras sino (...)
SANTIAGO MOTORIZADO:
También…
MARTÍN REJTMAN:
(...) con el momento, del momento de uno, ¿no?
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, sí…
MARTÍN REJTMAN:
A mí me pasó con, con The Smiths, por ejemplo, una cosa así de decir “ok, aquí hay algo que me, me, me lleva por otro lado”. O sea, que me… no sé.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, tengo mi momento así como de la música, en el cine, en las artes visuales, qué sé yo. Tengo momentos que me entusiasmo mucho, que celebro, que me emociono, pero esto es MÁS que eso, es como el momento donde decís, donde descubrís algo nuevo y que eso te, nada, te penetra y te sirve para todo, digamos, después, en el sentido de que todo lo ves con otros ojos, me parece, muy potente. No sé si sos consciente de eso.
MARTÍN REJTMAN:
No, no, no, (se ríe Santiago) porque… O sea, no…
SANTIAGO MOTORIZADO:
Pero te lo han dicho, o, ¿no?
MARTÍN REJTMAN:
Eh, sí pero, sí, sí… O sea, sé que es una película que, que, que, que circuló mucho y que, digamos, y que hay mucha gente que es fan de la película, o sea, sé que hay gente que repite los diálogos y ese tipo de cosas (se rie)
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, sí, sí.
MARTÍN REJTMAN:
Pero, eh, pero cuando hacés las cosas, las hacés y obviamente… después todo lo que pasa es como si lo hubiera hecho otro de algún modo, ¿no? No sé, pues ya el momento de hacer las cosas es un momento de, de, de, como que es muy particular. No sé, yo soy, cua, cua, cua… además la película se hizo a lo largo de cuatro años más o menos, se filmó a lo largo de cuatro años, o sea, eh, se filmaba los fines de semana cuando todos podíamos, todo el equipo de gente podía, que éramos todos amigos y, y de hecho siempre que termino una película pienso que es muy mala hasta que la veo con gente y veo que alguna gente, eh, viene a felicitarme y me doy cuenta de que no me están mintiendo, en el momento me doy cuenta de que no me están mintiendo (Santiago se ríe), pero tardó mucho en darme cuenta que no me están mintiendo. Eh, pero bueno, entonces no, no soy… no sé, uno no es consciente de qué le pasa a los demás con las cosas que hace uno, qué sé yo. Este, pero cuando te dicen así, es “Ok, a lo mejor es cierto, a lo mejor causó alguna impresión”, qué sé yo.
SANTIAGO MOTORIZADO:
No, para mí es genial y es, es eso también de… pero que también me genera así fanatismo de repetir diálogos, de recordar escenas que tienen, que tienen que ver con estas cosas que son muy potentes, ehm, y también le tengo mucho cariño al librito que se editó con el guion.
MARTÍN REJTMAN:
Claro.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Entonces, era también con mi exnovia, mi novia de ese momento, ehm, de leer el libro, de escuchar la ban—que venía con la banda sonora, este, con un CD, me acuerdo.
MARTÍN REJTMAN:
Sí, sí, con un CD de Vicentico.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Exacto.
MARTÍN REJTMAN:
Porque la música la hizo él.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Pero bueno, Vicentico en otro registro, este…
MARTÍN REJTMAN:
Sí, es lo mismo que vos, que cuando hiciste ahora los temas de Okupas.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Claro, claro, es algo, en algún punto, sí.
MARTÍN REJTMAN:
Sabes, hay un tema que es un poco… no me acuerdo cuál es ahora del, del, del disco que sacaste con la música de Okupas, que es como una especie de rock barrial que me hace acordar al tema… no por el tema, pero me hace acordar un poco el espíritu del tema final de Rapado, que es un tema que escribió Suárez, yo le pedí que escribiera un tema como si fuera Los Ramones (...).
SANTIAGO MOTORIZADO:
Claro.
MARTÍN REJTMAN:
(...) o de algo por el estilo y hay un tema, que no me acuerdo ahora cuál es de, de, de todo el disco que me hace acordar un poco a ese espíritu.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Qué bueno.
MARTÍN REJTMAN:
Como ser, ser, como hacer música como si fueras otro, ¿no? Que es lo que hizo Vicentico en, digamos, cuando hacés las bandas del sonido, te tenés, tenés que meterte en la piel de otro músico o de otro… no de otro músico, sino de otro, no sé, es como encarnar el espíritu de la película, (...)
SANTIAGO MOTORIZADO:
Totalmente.
MARTÍN REJTMAN:
(...) y canalizar por otro lado que no es por donde generalmente vas vos cuando hacés tu música, ¿no?
SANTIAGO MOTORIZADO:
Exactamente, porque además, este, cuando hacés bandas sonoras y eso, estás complementando algo que, que, que está sucediendo ahí en la, ahí en una narración, en una actuación, en una escena, entonces ya eso es de otro lado, pero me encanta, digamos, me… Es un desafío en un punto y en otro punto también es como un apoyo, es como decir “Bueno, esto está complementando, está acompañando y este, está para reforzar algo o simplemente acompaña” y es muy divertido, a mí me apasiona hacer eso. Tuve la suerte de hacer un par de cosas en ese plano y me encantó. Y la música, bueno, también, la música de tus películas, están buenísimas también.
MARTÍN REJTMAN:
Y es que la música en mis películas, mis películas no tienen música finalmente.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Bueno, pero…
MARTÍN REJTMAN:
No tienen música incidental, ¿no?
SANTIAGO MOTORIZADO:
Bueno, claro.
MARTÍN REJTMAN:
Solo Rapado tiene un poquitito, tiene un momento de la música incidental que la hizo un holandés porque la postproducción de la película la hice en Holanda y el tipo vio la película, eh, no sé, te diría veinte años después (Santiago se ríe) y, y, hmm, (se ríe Martín) me acuerdo que cuando terminó la proyección él ya se había ido, me parece que odió la película…
SANTIAGO MOTORIZADO:
¡No!
MARTÍN REJTMAN:
Había desaparecido y me había dejado un mensaje que, bueno, que tenía algo que hacer, qué sé yo, no sé qué. Pero bueno, igual tenía, tiene muy poca música incidental, muy, muy poca y después decidí no usarla nunca y no usar nunca más música incidental, pero sí hay mucha música compuesta especialmente para, para las películas… Bueno, Vicentico compuso la de Silvia Prieto y después trabajé con Diego Vainer mucho, eh, y Diego, eh, eh… Sí, compuso, por ejemplo, todos los temas de las discotecas de, de, de Los guantes mágicos, eh, y después inclusive, eh, en Shakti también, el corto, el último corto que hice, lo llamé para que… no para que haga la música porque no tenía plata para pagarle, porque es una película que hicimos sin, sin, sin ningún presupuesto, pero para elegir un tema de él de… para, para la discoteca que hay en la película y bueno, lo modificó un poco, me acuerdo, a lo que exigía la escena (...)
SANTIAGO MOTORIZADO:
Qué bueno.
MARTÍN REJTMAN:
(...) eh, pero, pero sí, no hay, no tengo música compuesta para las películas, como que no lo hago.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Claro, claro, o sea…
MARTÍN REJTMAN:
No sé, creo que las bandas de sonido son suficientemente musicales como para, digamos, en, en mi caso, ¿no? Como quiero… no, no necesito o no quiero el agregado…
SANTIAGO MOTORIZADO:
No, no, está perfecto. Yo tengo un recuerdo de una entrevista de, que le pediste a Vicentico que haga, componga la música del video del casamiento en Silvia Prieto, ¿no? (se ríe)
MARTÍN REJTMAN:
Sí, sí, sí.
SANTIAGO MOTORIZADO:
(Se ríe) Que le decías: “Hacé la música…”, tengo el recuerdo de esa entrevista que decía “Hacé la música, la más fea, lo más feo posible, que representé bien esa cosa media rara de los casamientos”, ¿no?
MARTÍN REJTMAN:
Lo gracioso es que yo en esa época trabajaba con un abogado, Julio Raffo, que después fue diputado de la nación, etcétera, y él estaba como fascinado con esa música, cada vez que la oía me decía “Qué linda que es la música del casamiento”.
SANTIAGO MOTORIZADO:
(Se ríe) ¡Del casamiento! Genial…
MARTÍN REJTMAN:
Sí…
SANTIAGO MOTORIZADO:
Nada, genial, genial.
MARTÍN REJTMAN:
Ehm, sí.
SANTIAGO MOTORIZADO:
¿Y la música de, que la hacen escuchar a Gaby con los parlantes, que es un tipo
heavy metal, también la compuso Diego?
MARTÍN REJTMAN:
Eh, esa la compuso Diego y canta, ehm, Cristian Aldana.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Ah, claro, claro, así “Oh”…
MARTÍN REJTMAN:
Sí, sí.
SANTIAGO MOTORIZADO:
No se nota tanto.
MARTÍN REJTMAN:
Sí, sí… sí, sí. Eh, sí, sí, eso sí yo le pedí lo más ruidoso death metal, no sé qué referencia le di, pero, eh, sí. Y después algo parecido en, en… en Dos disparos hay un tema también que escucha un, un niño con un perro dentro de un auto, ehm, que es así, que también, que también está la voz de Cristian y, y, y la música también así como súper… bastante parecida.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Es, sería como el último plano que aparece el perro, porque la película sigue al perro un poquito, ¿o no?
MARTÍN REJTMAN:
No, no, la película, la película, hoy estaba escuchando justamente hablando del perro, de perros y de Dos disparos, hoy estaba escuchando “El perro”, que es de mis temas favoritos (...)
SANTIAGO MOTORIZADO:
Qué bueno (se ríe).
MARTÍN REJTMAN:
(...) y que me di cuenta de que habla de un perro perdido, igual que Dos disparos, es lo mismo, ¿no? Dos disparos es un perro que se pierde al principio de la película y que después no sabemos si aparece en algún momento o no, porque hay un perro que aparece que podría ser, pero no sabemos si es al final, pero me di cuenta de que había como una coincidencia porque el perro se escapa por los ruidos, ¿no? En la canción. Y en Dos disparos también, se escapa por los ruidos de los disparos, ¿no?
SANTIAGO MOTORIZADO:
Es verdad, nunca lo había pensado, me encanta que coincidan.
MARTÍN REJTMAN:
Sí.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Y…
MARTÍN REJTMAN:
Estoy haciendo los deberes y escuché… estoy haciendo, escuchando desde hace un mes solamente…
SANTIAGO MOTORIZADO:
Muy bien. Bueno, gracias. Este y perdón, sí, gracias y perdón (se ríen). Este, ¿qué te iba a decir? Me dijiste Los Smiths, que, que te había así, que era un momento musical de revelación…
MARTÍN REJTMAN:
Sí, fue así, como un momento de revelación, ¿no?
SANTIAGO MOTORIZADO:
¿Y en cine? ¿Qué momento?
MARTÍN REJTMAN:
En cine fue probablemente Ozu, es un momento similar como, este, en donde, en donde como uno tiene la sensación… en realidad, fue, es más que nada, que uno tiene la sensación de que, de que todo lo que hacen, lo hacen para uno directamente, ¿no? Como que lo están haciendo para uno en realidad, que están filmando o escribiendo música o cantando para uno, como que no hay ninguna intermediación, no sé cómo decirlo. Eh, sí, me pasó con Ozu y después, sí, como con, como algo de coincidencia, no sé, como de, como de un espíritu o de un… sí, de un mismo espíritu, como de que hay como una especie de coincidencia absoluta en algún momento… Sí, no sé por qué es eso, no sé por qué es misterioso, ¿no? (Se ríe Santiago) No se sabe por qué pasan esas cosas. Pero también, también pienso que es algo que no sé si me va a volver a pasar, que lo lamento eso un poco porque… por eso te decía que por ahí es algo que tiene que ver con, con un momento de cada uno o con la edad, también, con un momento de descubrimiento, con un momento de inocencia que pasando el tiempo, que pasa el tiempo y, y, y tal vez, eh, ¿son cosas que uno pierde? No lo sé. Yo, bueno, todavía puede ser que vuelva a pasar algo así, pero me parece que esa coincidencia, eh, o sea, eso no quiere decir que no, uno no disfrute y no le encanten esas cosas y no se entusiasme (...)
SANTIAGO MOTORIZADO:
Lo entiendo.
MARTÍN REJTMAN:
(...) pero digo, esa especie de revelación, creo que no solo tiene que ver con, con, con esa coincidencia entre un artista y una persona, sino con, con, con, algo así como descubrir que eso es posible, no sé cómo decirlo, ¿no? Como que esa, como que ese momento es posible. Y una vez que descubriste que ese momento es posible, no sé si ese momento se repita.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Claro, entiendo.
MARTÍN REJTMAN:
Sí.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Está buena esa explicación.
MARTÍN REJTMAN:
Ni idea.
SANTIAGO MOTORIZADO:
No, no, no, entiendo perfecto. O sea, descubrir es, que, que ese camino es posible y después, a partir de ahí, bueno, montón de caminos, digamos… Pero es como un descubrimiento medio juvenil, decís vos.
MARTÍN REJTMAN:
Creo, sí.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Como de un momento de la vida.
MARTÍN REJTMAN:
Sí, como de, de, de… sí, como cierta inocencia, ¿no? De… bueno, con Billie Holiday me pasó también, sí. Billie Holiday, cuando escuché Billie Holiday como que, no, no, no… fue como muy raro, como no sé…
SANTIAGO MOTORIZADO:
Qué bueno.
MARTÍN REJTMAN:
No, no, no, como que no puedes entender como alguien cante así, ¿no? Es como que no hay forma de explicar racionalmente como una persona pueda cantar de esa manera, no sé cómo decirlo, eh… Sí, es como que se abren espacios completamente nuevos y, eh, tanto mentales como, como sensoriales, no sé, sí.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, yo tengo ese momento en la música con, con la Embajada Boliviana, no sé si escuchaste alguna vez…
MARTÍN REJTMAN:
No.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Es una banda platense, eh, que era, era dentro de circuito así under de La Plata en su momento como que fue muy importante, pero yo me acuerdo de comprar, eh, a la salida de la escuela… se había corrido el rumor, ¿no? Porque no había internet, nada, este, y había una banda que estaba buena y que había que conseguir el cassette de la banda, que era un demo, en una agencia de autos porque ahí trabajaba el papá del bajista, (Martín se ríe) entonces había que preguntar por el papá del bajista, el papá de El Cabeza, el bajista era el Cabeza, entonces había que ir y preguntar por el cassette de La Embajada Boliviana y ahí lo comprabas, que era un cassette grabado en TDK con una fotocopia y me acuerdo clarito el día que volví de la escuela a mi casa, fui a mi pieza, lo puse en un grabador que tenía, que no me acuerdo la marca, creo que era General Electric, y, y era como un ensayo, ¿no? No era un disco, era un ensayo de las canciones de esta banda, muy desprolijo, este, muy hecho así nomás, al tuntún, este, pero con una potencia que, con un espíritu y el cantante Julián, que cantaba con todo, con toda una emoción y, y esa desprolijidad también le dio un agregado a, a todo lo que estaba sucediendo, ¿no? Era como en esa cosa urgente, este, limitada hacia--de recurso, estaba sucediendo como una especie de milagro, este, impresionante, y eso, ese momento para mí fue crucial en mi vida, antes y después, de entender esto que hablamos hace un rato, que entendés un camino o que entendés algo que puede suceder; un lenguaje, una idea, no sé, todo, un montón de cosas y las motiva--las ganas de hacerlo, ¿no? Eso como, como esa chispa que, que tienen ciertas cosas, que incluso muchas veces la tienen cuando son más terrenales, ¿no? Esta cosa de, de, de saber que eran pibes que eran de mi ciudad, que lo habían hecho con pocos recursos, de manera desprolija habían generado como una especie de milagro muy potente y eso era inspirador, era decir: “Bueno, quizás yo pueda no hacer esto de este nivel pero puede animarme a hacer algo parecido”, ¿no? Y eso también, es como otra cosa potente que tiene su momento disruptivo.
MARTÍN REJTMAN:
Y, y, y… pero también debe debe tener que ver con el, la trayec… no, con el camino que tuviste que hacer para llegar a ese cassette, ¿no? Todo lo que estás contando, ¿no?
SANTIAGO MOTORIZADO:
También, la experiencia, ¿no?
MARTÍN REJTMAN:
Sí, de que no era fácil llegar a esa música.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Total, total. Sí, ¿no? Y la expectativa al poner el cassette también. No, también, y por ahí podés… puedes llegar con un montón de expectativa y no encontrarte con nada, con lo que, con nada bueno, pero…
MARTÍN REJTMAN:
Igual, ese cassette me hace acordar al cassette de Rapado a mí, ¿no? Que aparece en… ¿no? Porque es un cassette sin TDK.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, no, muy de cassette.
MARTÍN REJTMAN:
Tiene un ensayo de un grupo de música que aparece de casualidad metido adentro de la, de abajo el asiento de una moto y que el pibe escucha, sí, me hace acordar de eso.
SANTIAGO MOTORIZADO:
De una. Qué bueno.
MARTÍN REJTMAN:
Ehm, pero, pero esa dificultad para para llegar a escuchar esa música también es algo completamente perdido ahora, ¿no? Digamos, bueno, tampoco, por ahí se puede cortar esta parte, porque queda como eh la crítica a…
SANTIAGO MOTORIZADO:
A la ma–a la modernidad (se ríe).
MARTÍN REJTMAN:
A la modernidad y es un poco aburrido y, y ya dicho demasiadas veces.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, pero qué sé yo… Pero bueno, hay algo en esa experiencia, en esa recorrida, en esa aventura, meterse en un lugar extraño, preguntar, animarse también a ir a comprar ese cassette, que eso se pierde, obviamente. Pero igual noto una pulsión, este… que, que florece, por otro lado, me parece, ¿no? Yo estoy notando… obviamente, y ahora venimos de la pandemia, son tiempos raros, pero noto que de otra época a esta hay mucho más, noto mucho más público en los shows en vivo, por ejemplo, para decirte una diferencia.
MARTÍN REJTMAN:
¿Hay más público?
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí.
MARTÍN REJTMAN:
Bueno, pero la gente está medio enloquecida.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Por eso. sí, le sumo que la gente quiere salir.
MARTÍN REJTMAN:
La gente que hay en la calle, no sé, como, yo nunca vi… como…
SANTIAGO MOTORIZADO:
Obvio que está el factor de pandemia, obvio que es difícil de analizar, pero ya, ah, previo a la pandemia, yo siento que por lo menos en lo que tiene que ver con la cultura independiente, con las bandas, las cuales yo siempre me nutrí, hay como un público que fue creciendo y en paralelo fue creciendo a otros géneros, otras tribus, no sé, como se quiera denominar, y yo lo asociaba eso, ¿no? A esa falta de experiencia, a esa no experiencia o esas experiencias que se fueron perdiendo con esta cosa inmediata de buscar música en el celular. Me gusta pensar, soy positivo y que bueno, que florece por otro lado, porque la gente dice “Bueno no, esto lo tengo a mi inmediato, pero bueno, voy al show”, digamos, no sé, como que lo compensa porque un poco de de vida real, te pide un poco el espíritu artísticamente… me parece, no sé.
MARTÍN REJTMAN:
Sí, sí, sí, claro, claro, claro… si, si, como que bueno, sí, pero se perdió el disco, el vinilo físico, que ahora es más una cuestión más de culto que de otra cosa, no de necesidad, eh, y algo tiene que haber, ¿no? Pero en el cine, por ejemplo, eso es medio tremendo, porque ehm… ya no, digamos no, no, no, no podés tener una película, no, o sea, porque nadie tiene un DVD, un VHS, el VHS obviamente no existe más y tiene una calidad horrible, el Blu-ray no prosperó, o sea que la única manera de ver las películas es, es online o en las salas de cine y cada vez más online que en las salas de cine y… Y yo, por ejemplo, tuve ahora como una especie ayuda económica, un mecenazgo para, para, para difundir las películas que restauré, que son mis tres primeras películas: Rapado, Silvia Prieto y Los guantes mágicos, que son las tres que restauramos, y… en un momento yo hago, hago un Blu-ray con eso, hago Blu-rays, pero nadie los va a ver los Blu-rays, o sea, es como que no, nadie tiene aparato para reproducir Blu-rays, o sea, no hay, no hay soporte físico para, para, para las películas, ¿no? Es como que no existen... O sea, en la música todavía está el vinilo que–pero, pero me parece que el vinilo tiene como mucho más.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, sí, como más aceptado.
MARTÍN REJTMAN:
Está mucho más claro, mucha más gente tiene vinilos que que que Blu-rays, ¿no?
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, totalmente.
MARTÍN REJTMAN:
Entonces quedaron las películas, quedaron un poco en virtuales… Supongo que es un momento de transición y que se verá a dónde llega todo esto, no tengo idea, pero bueno. Yo regalé todos los vinilos que tenía en un momento hace mucho tiempo, porque se me inundaba la casa y estaban en el suelo y no quería arruinarlos, y los regalé. Ehm, ahora me regalaron una una bandeja, sí, portátil con dos vinilos, así que estoy volviendo a armar la colección. (Se ríe) Eh, pero me acuerdo del primer disco que compré, me estaba acordando recién que estamos hablando de esto, era uno de un grupo que se llamaba The Archies. Archie era un cómic de cuando yo era chico, era una historieta, y tenían un grupo que se llamaba The Archies, los dibujitos mismos, pero era un grupo que no sé si existe–sí existía y estaba este disco de The Archies y era mi disco favorito.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Pero pará, era tipo Gorillaz, digamos, ¿una cosa así?
MARTÍN REJTMAN:
Creo que algo así. Sí, como una banda fantasma, ¿no? No sé, pero… creo, no sé. Pero cantaban temas muy famosos, uno que se llama Sugar, que es como súper conocido.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Ah, Sugar, el hit este.
MARTÍN REJTMAN:
Sí, sí, sí. Y de hecho, yo era tan fan de los discos que tenía, o sea un fanático de los discos, que anotaba cuántas veces los escuchaba, un poco lo que hace Spotify, que fue este…
SANTIAGO MOTORIZADO:
Es verdad.
MARTÍN REJTMAN:
Fui un poco como–inventé el algoritmo (Santiago se ríe).
INTERMEDIO
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En este espacio, Martín Rejtman y Santiago Motorizado hablan de algunas de
sus películas favoritas.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Estuve discutiendo con una amiga… porque yo estaba defendiendo El día de la marmota.
MARTÍN REJTMAN:
Ajá.
SANTIAGO MOTORIZADO:
¿Qué te parece El día de la marmota?
MARTÍN REJTMAN:
La vi en su momento y me había gustado en su momento, no la volví a ver, no la vi nunca más, pero—.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Se volvió como un culto, ¿viste? Posterior.
MARTÍN REJTMAN:
Después, después hicieron otra muy parecida, ¿no?
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, hay como tres, no las vi yo…
MARTÍN REJTMAN:
En las que pierden la memoria, la de…
SANTIAGO MOTORIZADO:
Ah, es verdad, la de Adam Sandler con…
MARTÍN REJTMAN:
Sí, con Drew Barrymore, sí.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Es verdad, es similar, porque es el mismo día todos los días. Mmmm, este… podría decir que es una de mis películas favoritas, El día de la marmota, pero la discusión iba porque… este, esta amiga es como muy…
VOZ CELULAR:
Ha habido un problema. Inténtalo de nuevo.
SANTIAGO MOTORIZADO:
¿Con lo que estoy diciendo? (se ríe)
MARTÍN REJTMAN:
No, fue mi teléfono. Yo creí que lo había sacado…
SANTIAGO MOTORIZADO:
(Santiago se ríe) Eh… mi amiga es muy, como muy intelectual, ¿viste? Le recomendé El día de la marmota y le chocó, y dijo “Pero qué, es como una tontería”. Y yo le explicaba que... o a mi entender, digamos… Sí, está muy vendida muy de manera muy comercial, de comedia, de sábado a la tarde, este, El día de la marmota, pero… dentro de la película, si uno la ve, hay una cosa muy potente… que no es tan, que no se vendió eso a la hora de presentar la película y que la hace única a mi forma de ver, ¿no?, este... Toda una recorrida que hace el personaje que, en busca de la iluminación, podríamos decir, resumirlo así rápidamente, más allá de la comedia y las cosas que pasa que son muy divertidas y me gustaba cómo sucedían estas cosas que a veces buscan ciertas producciones (toma aire) un poco solemnes, buscan el mismo fi--el mismo punto, digamos, ¿no?, este, un mensaje con el mismo fin. Me gusta cuando sucede más simplemente en una comedia que está vendida como película familiar para la tarde.
MARTÍN REJTMAN:
Claro.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Este, como que llegan al mismo punto y me parece de manera, de mejor manera, me parece, incluso... E incluso dentro de un producto más popular, eso de, incluso le suma una potencia además, me parece… este. Bueno, no sé a dónde iba con esto, pero para defender El día de la marmota, que nadie atacó igual, pero...
MARTÍN REJTMAN:
(Se ríe) Pero bueno, pero es una película que te marcó, digamos.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, sí, que me marcó mucho. Y es verdad que se creó como un culto posterior, que en su momento… no se la tomó tan en serio, este, y después como que fue creciendo, también el culto a Bill Murray un poco con el tiempo y, y reivindicación a esa película. (Silencio) Bueno, ahora te toca a vos (se ríe).
MARTÍN REJTMAN:
Ah, tengo que decir una película que… (Santiago se ríe) Eh, no, yo tengo, obviamente, hay muchas películas que me marcaron y que me gus—y que me gustaron a lo largo del tiempo, porque veo cine desde que soy chiquito, digamos, no sé, había pensado en como recomendar un corto de Chantal Akerman que se llama Tengo hambre, tengo frío, sobre todo porque es un corto y porque es genial también, es un corto que, que dura diez, once minutos ehm y porque es una directora genial. Para mí, es como una de las grandes del cine eh eh… que casi que bueno, que hizo películas muy geniales y también hizo películas horribles, debo decir, o sea, de algunas películas horribles. Quiero decir, no quiero decir que son horribles, digamos, que son fallidas, pero creo que eso hace que sus películas geniales sean más geniales todavía. Como que hay algo de eso que que--poder permitirse hacer eso, me pare--digamos, películas fallidas, me parece que es como también parte de la de la grandeza de Chantal Akerman y bueno, y el y el corto este es es es realmente increíble. Es un corto en blanco y negro, que hizo, que es parte de un largometraje que se llama París visto por, eh creo que a principios de los 80 se hizo.
SANTIAGO MOTORIZADO:
¿El mejor te parece?
MARTÍN REJTMAN:
Sí, el único bueno era el de ella.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Qué bueno.
MARTÍN REJTMAN:
Un corto genial, de lo que yo recuerdo, por ahí había algún otro bueno, pero no, me parece que ere era el que era realmente muy bueno. Ehm, y después, bueno, otras películas que me marcaron. Esa es una pequeña comedia, ¿no? Sí, me gusta mucho como hablar bien de las comedias, que siempre se habla mal de las—bah, no, se habla mal no, pero se las ignora de algún modo, ¿no?
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, se las subestima.
MARTÍN REJTMAN:
Podría también hablar bien de Palm Beach Story, que es una comedia de Preston Sturges, que es otro de mis directores, así de los directores que a mí más me gustan, que escribe, escribía unos diálogos increíbles y las películas tienen un ritmo de diálogos rapidísimo también, que de algún modo me marcó. Eh, y después una película chilena de Raúl Ruiz que se llama Palomita blanca, que es una película que hizo en Chile antes de irse exiliado a Francia, que también, bueno, es otra de esas películas que, que recomiendo.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Qué bueno, genial. Quiero ver todo eso. ¿Qué te parece Amadeus? ¿Te gusta?
MARTÍN REJTMAN:
La vi cuando se estrenó también, son películas que no volví a ver nunca más. Y creo que no me había gustado en ese momento.
SANTIAGO MOTORIZADO:
¿No te gustó tanto?
MARTÍN REJTMAN:
No, creo que no, no sé, no me acuerdo, la vi cuando cuando se estrenó, la vi de chico.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Soy muy, muy fan, este... Me hicieron, me pidieron que hacer para hacer un ciclo en La Plata, en Cine Select de La Plata, de siete películas favoritas y me acuerdo de poner El día de la marmota, Amadeus, Los guantes mágicos también, este, que te la pedi ahí y justo tenía la versión remasterizada. Ahora te iba hacer otra pregunta, pero Amadeus, creo que es mi película favorita sobre música, digamos, sobre músicos y sobre todo el mundo de la música, este, y todo lo que se genera ahí, entre Amadeus, Salieri y todo lo que pasa. Me fascina, la vi un montón de veces. Y te quería preguntar una película, así, en esta temática, película musical, de música, que haya músicos o que tenga que ver con la música, favorita o que te recuerde, qué sé yo, no tiene por qué ser…
MARTÍN REJTMAN:
No, me había dado--cuando era chico, me gustó mucho Melody, que tenía música de los Bee Gees, o sea, tenía una banda de sonido buenísima. Eh, eh, es la primera que se me ocurre, pero supongo que hay mil más…
SANTIAGO MOTORIZADO:
No, no, está bien, una, una es suficiente.
MARTÍN REJTMAN:
Estoy pensando alguna otra (Santiago se ríe), pero no, no me acuerdo.
Segunda parte
SANTIAGO MOTORIZADO:
Yo no sabía que Silvia Prieto estaba hecha en cuatro años.
MARTÍN REJTMAN:
En realidad, sí, empezamos en el 94 y terminamos en el 98.
SANTIAGO MOTORIZADO:
O sea, hay una Rosario de cuatro años más joven-
MARTÍN REJTMAN:
En realidad, empezamos fin del 94 y terminamos principios del 98, o sea que esos cuatro años son…
SANTIAGO MOTORIZADO:
Son tres años, ponele, pero igual.
MARTÍN REJTMAN:
S, sí, y fue.... Sí, y de hecho, durante todo ese tiempo, todos, todos los ac–todos cambiaba mucho. Bueno, Rosario no pudo cortarse el pelo durante todo ese tiempo (Santiago se ríe), o sea, tenía que mantener siempre el mismo largo del pelo, eh, todos un poco así, ¿no? Pero ponele, Marcelo Zanelli en un momento se le cayó algo en el pelo y tuvo que raparse completamente, entonces tuvimos que esperar; después otro se rompió una pierna y tuvimos que esperar a que, o sea, siempre era así, ¿viste? O sea, Valeria tenía que actuar, tenía que–Valeria quedó embarazada en el medio, de Florian, en el medio de de del rodaje, ¿viste? Era como–bueno, es mucho tiempo.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, sí, claro.
MARTÍN REJTMAN:
Pasan cosas (se ríe) en la vida de la gente, la vida de la gente. Pero estaban todos los equipos de luces y etcétera, estaba todo en mi casa durante esos cuatro años, así que yo conviví con todo eso, ehm, pero se filmó todo alrededor de mi casa, que eso era bueno, como todo muy cerca, entonces era para no llevar muy lejos los equipos (se ríe), este…
SANTIAGO MOTORIZADO:
¿Cuán difícil es hacer que los actores tengan ese tono que vos, que tienen, digamos, tus actores en tus películas?
MARTÍN REJTMAN:
¿Cuán difícil es? Depende de actores que tienen ese tono como naturalmente, por ejemplo, Fabián Arenillas eh tiene ese tono. Y después, si no, eso es una cuestión de ensayar y trabajar y de de de encontrar la forma de hacer las escenas y de que los actores digan los textos. Y eh muchas veces eso coincide con con–en esos ensayos no solo se ensaya la forma de hablar, sino también el, la memorización del texto, ¿no? Como que lo hacemos al mismo tiempo, entonces creo que eso lo hace más orgánico de algún modo, no sé, porque no me gusta que se digan, digamos, no me gusta que se cambien los textos nunca, jamás. (Santiago se ríe) Jamás. No, no, me pone muy nervioso. (Santiago se ríe más) No, porque…
SANTIAGO MOTORIZADO:
No, no, lo entiendo perfecto. Por eso son tan geniales.
MARTÍN REJTMAN:
No, inclusive las pausas, o las comas, los puntos, el tiempo que hay entre una réplica y otra, digamos, todo eso tiene su razón de ser y está cuando escribo los guio–los diálogos lo pienso de esa manera, digamos, entonces quiero que eso se reproduzca, porque si no, no tiene sentido, digamos; sin ese ritmo esos textos no tienen sentido.
SANTIAGO MOTORIZADO:
No, no, para mí es esencial, te digo, obviamente…
MARTÍN REJTMAN:
Claro, pero bueno, por eso es algo que se ensaya y a veces los actores--Bah, lo importante es que los actores entiendan eso, entiendan que tienen que, que que ser parte de esa escena que tienen que tener, digamos, que tienen que entrar en ese ritmo, es como entrar en ritmo y también como cuando cantás, supongo que tienes que entrar en un ritmo determinado para que la métrica de lo que decís entre, entre en los tiempos de la música, ¿no?
SANTIAGO MOTORIZADO:
Totalmente.
MARTÍN REJTMAN:
Es medio lo mismo, es lo mismo.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Qué bueno. Y cuando escribís eso, ¿lo ensayás, lo decís en voz alta, lo…?
MARTÍN REJTMAN:
No, no, lo escribo y lo pienso, lo pienso así.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Obviamente.
MARTÍN REJTMAN:
Que esto se tiene que decir de esa manera. Y es raro, porque hay algunos actores que, como te decía, que lo entienden inmediatamente, que entienden que no se puede decir de otra manera que esa, y otros que empiezan a… como, como a retardar las frases, o como a poner más pausas, o a tratar de darle, de darle el cuerpo a algo que no tiene que tener cuerpo, eh, y eso es como que… hace que pierda sentido, digamos, la, ¿no? Bueno, y ahí sí hay que ensayar, ¿no? Yo trato de encontrar a los actores que naturalmente entran dentro de ese tono, ehm, pero bueno, pero nada, pero si no, se trabaja hasta hasta llegar ahí, ehm… Justo en el librito de Silvia Prieto hay, hay un texto de de Rosario que habla sobre los ensayos y que se llama “Mi método”, porque decía--Valeria y Rosario decían que yo tenía un método para los actores, y que era el método encerrarlos en un estudio de graba–ensayamos en el estudio de grabación de Gonzalo Córdoba, donde, donde ensayaba Suárez en esa época, y que yo los “encerraba” a los actores ahí adentro hasta que no logren decir ciertas cosas… (se ríen los dos), no los dejaba salir, este…
SANTIAGO MOTORIZADO:
Eso es genial. Qué bien, Martín. Quería preguntar algo más con esto del tono. ¿Qué pasa con el tono cuando–con las películas afuera, digamos? Hay algo que está sucediendo ahí que no sé qué pasa cuando la leen en los subtítulos, cuando el público de otro idioma, digo, ¿no?
MARTÍN REJTMAN:
No sé, la verdad, o sea, yo creo que notan que hay un tono determinado, pero no sé. No sé, igual como que esto del tono para mí, o sea, es–para mí siempre fue algo muy natural, para mí no, no es que planteé que las películas tuvieran un tono raro, que los personajes hablaran de una manera rara; al contrario, para mí, lo que buscaba es que hablaran de una manera natural, de una manera natural para mí, ¿no? Que a mí me suena auténtica, verdadera, que es real, digamos, eh, como que no creo que, si vos ponés en una película a gente hablando como la gente, como habla la gente en la calle, eso no es, eso no es, no, eso no es real, no es, no suena real, no suena creíble. Entonces me parece que había que encontrar esa forma de hablar de los personajes y creo que las cinematografías de todo el mundo tienen, cada cada una tiene como un tono particular. SI ves el cine americano de los años 30 o 40, los actores hablan de una manera especial, no hablan como hablaba la gente en la calle en ese momento, digamos. Y así con lo mismo pasaba con el cine argentino, en las películas de esa época hay, hay como un lenguaje del cine de estudios.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Exacto.
MARTÍN REJTMAN:
Eh, y lo que me pareció que estaba pasando cuando yo empecé a ver cine, empecé a hacer cine, es que la gente habla de cualquier forma en la películas como que no, no tenía ninguna lógica la manera de hablar, trataban a veces de ser realistas, otras veces trataban de ser como artísticos y poéticos, eh, y nada de eso funcionaba para mí y dije: “Bueno, tengo que encontrar la forma de hacer hablar a los personajes”. Y de hecho en mis primeras películas se habla muy poco. En el primer corto que hice, que es Dolly vuelve a casa, casi no hablan los personajes, eh, y en Rapado ya hablan un poquito más, pero también hay poco diálogo en Rapado. Ya después en Silvia Prieto hablan un montón y en Los guantes mágicos hablan más, entonces es como que ahí medio como que empecé a encontrar un poco la forma que, que a mí me satisfacía, de cómo hablaban, de cómo hacer hablar a los personajes. Tiene más que ver con eso, como una-–me parece que fue algo bastante orgánico, ¿no? Que no es que en un momento dije “Bueno, los personajes tienen que hablar así”. Al principio realmente no sabía cómo, cómo hacer para que lo que digan los personajes me suene a mí, eh, auténtico de algún modo, ¿no? O construya una escena o que con eso, o construir una escena con eso, como construía las escenas más con imágenes. Y de a poco me fui animando a a agregar, eh, más diálogos porque empecé a encontrarle lógica, ehm. Pero, pero sí sé que sé que es particular, que sigue siendo particular, se ve que claro, en en en los años 30 y 40 es esa forma de hablar la compartían un montón de películas y hoy no, hoy hay otras formas.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, sí, totalmente.
MARTÍN REJTMAN:
Entonces por eso se ven como raras mis películas, ¿no? Para mí no debería ser así, yo me sorprendo todavía, pero bueno, se ve que yo también tengo un poco de distorsión… (se ríen) auditiva.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Nah, pero es genial todo, este…
MARTÍN REJTMAN:
Sí, no, pero yo te quería preguntar ¿cómo, cómo se cómo se compone una canción? Yo leí hace poco, empecé a leer un libro que se llamaba How to Write One Song, que era por, creo que es el guitarrista de Wilco que lo escribió.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Ah, mirá…
MARTÍN REJTMAN:
Y lo dejé porque me pareció un libro de autoayuda (Santiago se ríe), un libro de autoayuda. Pensé que iba a aprender… y sé que Rosario tenía un taller de canciones, ¿no?
SANTIAGO MOTORIZADO:
Ah, es verdad, sí, nunca fui.
MARTÍN REJTMAN:
¿Cómo, como, por dónde se empieza? Si se empieza por la letra, se empieza por la música o depende o depende de la canción o depende de…
SANTIAGO MOTORIZADO:
Depende de cada uno. Yo, para mí, lo ideal es que sigas siempre hablando de canciones casi en formato clásico estrofa, estribillo, letra, ¿no? Este, puede ser instrumental puede ser de mil maneras, pero… lo ideal para mí es tener la letra antes, pero nunca hago eso yo, digamos, sabiendo que me estoy complicando un poco. Por lo general me salen más fácilmente las melodías y termino metiéndole letra a esa melodía. El problema es que esa melodía que invento tiene su métrica, ¿no? Cuando estoy tarareando, tiene sus acentuaciones, tiene sus pausas, entonces empiezo a trabajar la canción con esa melodía, con esa melodía sin letra, con su propia estructura, digamos, y después a la hora de meterle palabras a esa métrica ya existente y una métrica mía sobre la nada, ahí se genera el conflicto, que puede generar un conflicto y que no te termina de cerrar y que te podés volver loco, o puede generar como una tercera, un tercer lugar, que es la métrica que trae la palabra misma a la que ya vos tenías y se fusionó una cosa rara que no tenías en los planes y salís bien parado, digamos. Eso puede pasar, está buenísimo este, porque es sorpresivo y porque también te gusta, pero por lo general es medio difícil meter fácilmente las palabras en esa métrica que uno ya había armado. Pero igualmente la mayoría de las canciones es así, así que no me puedo quejar, este, de alguna manera u otra me fue saliendo, pero por lo general eso, ¿no? Estoy con la guitarra, eh, tirando acordes y tratando de inventar melodías, improvisando melodías, este, cosas, y cuando tengo una estructura, cuando encuentra melodía y me gusta, la empiezo a desarrollar, empiezo a armar otras partes y cuando ya tengo eso ahí trato de meter la letra al final. Pero no sé si era la pregunta, si ayuda en algo…
MARTÍN REJTMAN:
No, sí, sí, pero…
SANTIAGO MOTORIZADO:
Es una cosa no muy, medio caótica…
MARTÍN REJTMAN:
Quería saber si empezás por, digamos, porque la letra sería un poco el el sentido, si quieres…
SANTIAGO MOTORIZADO:
Exacto.
MARTÍN REJTMAN:
Y la música es más como como la forma, el clima, no sé, eh, la atmósfera, no sé cómo decirlo.
SANTIAGO MOTORIZADO:
No, totalmente de acuerdo. Yo eso igual, como que llegué a esa conclusión más, no sé, con el tiempo, ¿viste? Porque yo escuchaba música en inglés de chico que no enten–no entendía inglés y así y todo me emocionaba, ¿viste? Este, incluso fantaseaba que la letra decía cosas, después cuando tuve la oportunidad de ver la traducción, nada que ver, este... Igual me gustaba eso, ¿no? De fantasear mi propia letra de las que decía las canciones, este, pero entendía así la música, como que decía “Las canciones son esto. No importa si la letra se entiende o no”, como que no le daba tanta importancia a la letra, porque yo lograba emocionarme con canciones que no entendía. Después me di cuenta que no, digamos, este, cuando, no sé. Me acuerdo de ver “Common people”, de Pulp, que la canción no me gustaba, pero un día la vi subtitulada, ¿no? Y leí la letra, y claro, de repente me pareció la mejor canción de la historia. No es que me gustaba y nada más, y una letra increíble, impresionante, de las mejores que leí en mi vida, este, y darme cuenta de eso, ¿no? Que el sentido está ahí, en una frase, en un momento, en una idea…
MARTÍN REJTMAN:
Pero es cierto que uno escucha temas--Yo, yo, también me pasa lo mismo, yo--muy pocas veces presto atención, o sea, no es que no preste atención a la letra porque presto atención a las estrofas o a partes de la letra o…
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, sí.
MARTÍN REJTMAN:
O reconozco la letra, pero muchas veces no pienso el sentido, digamos, no pienso en la letra en su totalidad, o sea, pienso en la letra por partes. Entonces a veces es difícil eso, ¿no? Es como… Y no sé si es tan importante. Bueno, supongo que esto que decís que en un momento, en un momento, eso como que suma muchísimo a a al tema, ¿no? Pero pero, pero creo que los temas viven más allá del significado de las letras.
SANTIAGO MOTORIZADO:
No, no, eso es así. Yo igual hoy te digo para mí que la letra es como, es decir, si es 50 y 50 te diría que la letra es 51, ¿no? Porque no sé, hoy lo veo así. Pero es verdad que una canción puede vivir incluso sin letra, digo, ¿no? Este, porque hay canciones instrumentales geniales que te emocionen y sin tener una sola palabra, pero…
MARTÍN REJTMAN:
Igual ojo, porque ahí falta, eh... Sí, es cierto, pero… Pero creo que a eso de que a lo mejor el sentido total de la letra no importa tanto, porque a lo que escuchás, a esa estrofa que estás escuchando o esa frase que estás escuchando, le sumás la voz del cantante diciéndola de una manera determinada, me parece que ahí está la emoción que...
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, sí, hay--qué sé yo. Hay canciones con letras simples, pero con cierta música esa letra simple se potencia o ca--o música más simple –simple por ahí es raro decir, pero que no son tan geniales, digamos-- y con una súper letra se potencia todo ese conjunto. No sé…
MARTÍN REJTMAN:
Pero, por ejemplo, “El perro”, por volver a “El perro”, “El perro” está como la repetición esa de de que parecen como los aullidos del perro cuando, cuando, ¿no? Cuando cantás...
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, a a… (se ríe)
MARTÍN REJTMAN:
Exactamente. Y eso no es ni letra ni nada.
SANTIAGO MOTORIZADO:
(Se ríe) Este, no sé bien de dónde salen las palabras que.. que van conformando la letra, sí sé que nacen de una idea muy puntual, por lo general la mayoría de las veces, tendría que repasar rápidamente, pero siempre hay una idea como muy puntual, la que dispara las ideas y toda la recorrida de, de esa de esa letra. Eh, trato de ser breve, de no, que que no haya palabras de más, de no sentir la obligación de que de que la letra tiene que ser extensa, de que… en la repetición también pasan cosas que a mí me gustan cuando…
MARTÍN REJTMAN:
Hay, hay repeticiones, ¿no?
SANTIAGO MOTORIZADO:
Claro, claro.
MARTÍN REJTMAN:
Siento como que se repite la estrofa.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Hay--está la frase que siento, que ya… que hay un mensaje o una idea ya ahí resuelta, digamos, o casi, o lo que sea, digamos, no sé cómo decirlo. Pero en la repetición de esa frase también sucede algo, ¿no? Puntual, que tiene que ver con algo en algo también de mensaje, ¿no? Y me gusta, y estético también, eh… Pero eso, eso me interesa, no, no, no forzar nada, que cuando una idea está cerrada y... Ya está, digamos.
MARTÍN REJTMAN:
Creo que tiene que ver con eso que hablamos antes de encontrar una forma de hablar o una forma de cantar, o una forma de decir que, que, que, que va más allá del significado en realidad, ¿no? Que tiene que, que va más allá del significado. Bueno, está el significado, está, existe, va a estar siempre, pero la forma de de de decirlo o de o de cantarlo, digamos, eso de repetir una frase o una estrofa con una ligera diferencia o simplemente igual, pero el hecho de que está dos veces, cómo hace que el peso sea diferente y que la y como el--como inventar un lenguaje, digamos, encontrar un lenguaje, encontrar un lenguaje básicamente, que es un poco lo que pasa con lo que es lo mismo que yo decía con respecto a los diálogos en en en mis películas, la forma de hablar de los personajes… Eh, se encontraron en—encontrar, encontrar el idioma que tienen las películas o el idioma que tienen las canciones, ¿no? Es como no, no, no todos hablamos el mismo idioma, no toda la gente habla igual, no toda la gente, no todos los artistas usan los mismos elementos, entonces en la combinación de esos elementos uno va encontrando su lenguaje emm… Y creo que ese espacio es básicamente ese es el trabajo, ¿no?
SANTIAGO MOTORIZADO:
Totalmente.
MARTÍN REJTMAN:
Porque todo el resto es un poco accesorio al final. Digamos, cuando escribo literatura escribo cualqui--lo que sea, escribo situaciones imposibles de filmar, para mí, por lo menos, de acuerdo a los presupuestos a los que yo puedo acceder. Eh, y cuando escribo cine trato de escribir cosas que voy a poder hacer. Igualmente, siempre me complico mucho porque escribo guiones con muchísimas locaciones y muchos personajes y eso hace que los rodajes sean mucho más difíciles y más complicados. Pero siempre son imágenes eh imágenes accesibles, simples, directas, quiero decir, ¿no? O sea, nada eh elaboradísimo, mmm, de entrada, ¿no? Igualmente, hacer que todo eso funcione cuesta mucho, no es algo simple, pero como cuando uno lo ve parece que no es nada, quiero decir, ¿no? Es como, parece que es que es algo como esto mismo, muy, muy directo, muy simple, y me gusta esa sensación como a mí, me gusta, me gusta crear esa sensación de que lo que estoy mostrando es lo que podrías estar viendo muy fácilmente eh en la vida real, si querés, o sea, no… Me gusta que la cámara sea más o menos anónima, objetiva, que que que esté un poco a la altura de los personajes, que que no distorsione, que no agregue ni comente, por eso también está el tema de no usar música incidental para evitar comentarios y también que la imagen no sea llamativa en sí misma, digamos. No, no, no me gusta la linda, la imagen linda y no me gusta la fotografía hermosa, digamos, como que detesto un poco todo eso, mmm, en, el, cualquier agregado poético-estético me resulta complicado, digamos, ¿no? Como que no, me parece que en realidad no agrega nada, más bien al revés, quita, para mí. Eh, me gusta cuando esa si quieres, esa poesía -entre comillas- aparece espontáneamente o no aparece y no importa. Si no aparece, no importa, pero si aparece espontáneamente, bueno, genial, pero agregarla me parece como el peor pecado, ¿no? Y y… bueno, así trabajo un poco la construcción de las de las imágenes, quizá de algún modo cuando escribo el guion pienso ya en el tipo de locación que quiero, eh, a veces con mucho detalle y a veces no tanto, pero por lo general sé que quiero lugares que no sean, (se aclara la voz) que no sean ni muy, ni muy antiguos ni muy modernos, que sean contemporáneos, pero no, pero, digamos, o sea, soy consciente de que lo contemporáneo no, no es solamente lo nuevo, sino que lo contemporáneo es una mezcla entre lo nuevo y lo y lo preexistente y lo viejo, entonces trato de trato de encontrar ese equilibrio en las imágenes de las películas, entonces a veces mis películas parecen un poco como atemporales, eh, como que no, no, no, no se sabe bien cuándo suceden, pero creo que tienen que ver con eso de que no, no, no, no uso locaciones hechas ayer, digamos, ¿no? Prefiero lugares con vida, porque creo que uno vive en lugares con--que no son, no son escenografías que vive vi--vive en lugares que en donde otra gente ya vivió o donde uno vivió ya mucho tiempo, y si uno vive en un lugar completamente nuevo se siente como como en un hotel recién construido y me parece poco interesante, como que es algo que dice muy poco visualmente, ¿no? Entonces, trato de encontrar esa especie de mezcla de, de cosas, de objetos y lugares. Eh, por ejemplo, para para Dos disparos la casa donde, donde vive la familia protagónica es una casa que no encontré la casa y filmé esa casa en tres casas diferentes, eh...
SANTIAGO MOTORIZADO:
Genial.
MARTÍN REJTMAN:
Te toca a vos.
SANTIAGO MOTORIZADO:
La verdad es que mi sueño es que todas las canciones tengan video. Como que el video es la oportunidad de darle una segunda lectura a eso que está planteado en la canción, pero no, o sea, la verdad es que hemos pensado videos incluso en nuestra gira, cuando estamos ahí echando la bola de viaje, de todas las canciones y nos vamos mal porque es más fácil, ¿no? Fantasear y… imaginar que después hacer.
MARTÍN REJTMAN:
¿Y no los hacen porque es difícil de producir todo eso?
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, es difícil. Y después, este, nada, después, sí, elegimos… la verdad que últimamente elegimos el corte, o sea, las canciones que elegimos que van a salir antes, que tienen esa importancia de ser presentación del álbum, son las que elegimos para hacer lo que hacen todos (se ríe), no estoy aportando nada... Pero sí es verdad que hemos hecho video, que es algo que siempre me gustaría hacer, videos fuera de tiempo, ¿no? Que salía la canción, por ejemplo, “El tesoro” salía la canción y el video lo hicimos dos años después. Hicimos video de “Día de los muertos” y de “Rey del terror”, que no eran las canciones más celebradas del álbum, pero que sí nos, nos invitaban o nos daban ganas de… de que… o las ideas que teníamos encajaban mejor con esas canciones.
MARTÍN REJTMAN:
¿Qué es eso de las canciones más celebradas… por… cómo sería?
SANTIAGO MOTORIZADO:
Porque se supone que el video, claro, es como originalmente el video era como, era el corte de difusión con el video, ¿no? Este, entonces, era como la presentación de la banda, ¿no? Sale la canción nueva con video nuevo, lo que se hace ahora también, ¿no? Hubo un momento en el que se perdió eso, pero en la época de MTV y todo eso era en el clásico, este… Entonces hicimos varios videos fuera de tiempo, cuando el álbum ya tenía años y había salido, por solo por las ganas de hacer un video con ciertas canciones y no elegíamos esas canciones… digo “la más celebrada” porque cuando una presenta la canción nueva no se sabe si va a ser celebrada o no. Uno elige, uno elige que una presentación, una buena presentación de lo nuevo que está haciendo y después si es celebrado o no, eso no se sabe. Pasado el tiempo, como hicimos otro video, si uno va a decir “Bueno, esta canción fue la más celebrada, ¿merece un video, digamos, la canción este para seguir celebrando su llegada al público?”
FRAGMENTO DE DOS DISPAROS
-A la noche Ezequiel tuvo que hacerle mantenimiento a las computadoras de una empresa
[Ambiente de ciudad. Pasos. Alarma de detector de metales]
-Sacate el cinturón, llaves y monedas
[Alarma del detector de metales]
-No es eso, tiene una bala en el cuerpo
-¿Adentro del cuerpo?
-Sí
-Si suena el detector…
-Me quedo esperando acá entonces. ¿Tardás mucho?
-Una hora más o menos
-Sentate ahí si querés
Acabamos de escuchar un fragmento de Dos disparos, de Martín Rejtman
MARTÍN REJTMAN:
En mi caso, si voy para atrás con las películas que hice, eh… como que me fui acercando a no sé si a la comedia, pero al humor como de a poco, así como me fui acercando al diálogo de a poco, a hacer hablar a los personajes paulatinamente de una película, de una película a la siguiente. Lo mismo pasó con el humor cuando más empezaron a hablar mmm los personajes, más humor hubo en las películas y por lo general el humor de mis películas es humor en los diálogos, aunque en Los guantes mágicos, por ejemplo, hay bastante humor visual, eh, o sonoro que no tiene que ver con los diálogos, pero pero por lo general y yo creo que que que pienso mucho los diálogos, digamos que--pienso mucho, o sea, como que me gusta cuando los diálogos terminan haciendo--que me hacen gracia, digamos, ¿no? Me parece algo que me hace gracia, eh… y lo pienso... No creo que haya comedias netas y puras. Siempre hago comedias un poco raras, por ejemplo, Los guantes mágicos, que es lo más parecido a una comedia tradicional que hice, tiene un final, eh, que no es un final feliz, sino que es un final muy para abajo, donde, digamos, no es un típico final de comedia, para nada, eh, pero la película sí tiene mucho, creo, tiene mucho humor y muchos momentos, eh (se aclara la voz) incluso entre, como decía antes, como mucho humor visual en ciertas partes. Y de hecho, cuando escribí el guion de la película siguiente, que es Dos disparos, eh, quería escaparme un poco a la comedia por esto que decía antes, que la comedia es un poco mal vista, mm, o tiene poco prestigio, eh… y es difícil, digamos… Como yo me muevo en, en una zona un poco rara porque no hago películas populares, pero al mismo tiempo si hago películas con humor, entonces, eh, estoy en MUBI, no estoy en otras plataformas que tienen, eh, más masivas, eh… Entonces, ese, ese es un punto delicado, ¿no? Y en un momento dije “Bueno, voy a voy a escribir una película que no sea una comedia, así por lo menos me toman un poco más en serio” y empecé a escribir Dos disparos y empecé a escribirla con una escena que es un, un adolescente que encuentra un revólver en su casa y se pega dos tiros, pero sobrevive y dije “Bueno, a partir de esto jamás voy a, voy a poder escribir una comedia. O sea, a partir de esto todo, todo va a estar todo mal en la película. No, no, no hay posibilidad de, de escribir una comedia”. Y sin embargo, eh, la escritura me fue llevando para ese lado, no pude evitarlo y la película tiene muchos elementos de comedia, sobre todo la última parte es bastante eh como tiene mucho humor y al final no, digamos, porque no, también, tampoco soy un comediante. Entonces es una situación rara, digamos, cuando hablaba de los comediantes, hablaba un poco de que está mal vista en el sentido de que no es considerada cine de autor, cine de arte, etcétera, eh y es más que nada, quería hablar un poco de mi incomodidad en ese sentido, ¿no? De mi situación incómoda en el mundo del cine, porque no estoy ni en un lugar ni en otro. Es lo que me pasaba también en la escuela y en el colegio, que no estaba ni del lado de la gente cool, ni del lado de los, de los “no cool”, ¿no? (Se ríen) Estaba medio en el medio, siempre estaba ahí, como en compartiendo un poco con cada uno, digamos, no sé. Eh, y en el cine realmente me siento en un lugar incómodo en ese sentido, ¿no? Como no, no, mis películas no son películas artísticas porque justamente rehúyo de todo elemento artístico en las películas y tampoco son películas populares y tampoco son netamente comedias, pero sí tienen humor, entonces están en un lugar un poco raro, que me interesa, claro, me interesa, pero al mismo tiempo es incómodo.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Es incómodo bueno, bah, yo de afuera lo digo…
MARTÍN REJTMAN:
Sí, sí, es incómodo… es incómodo porque es incómodo para conseguir plata, básicamente; es incómodo para difundir las películas también, ¿no? porque.... Es incómodo para todo. Hago películas y pienso “Ok, son, tienen mucho humor, digo, deberían...” A lo mejor pienso: “¿Por qué no las puede ver todo el mundo? ¿Por qué no las puede disfrutar todo el mundo?”. Y siempre tengo esa expectativa, ¿no? Ahora ya no, pero durante mucho tiempo tuve la expectativa de que mis películas podían llegar a ser un poco más populares. No digo, blockbusters, pero sí un poco más populares, y es como que nunca llega, probablemente, por la forma extraña que tienen de hablar los personajes y porque las películas nunca, digamos, no tienen finales felices… Digamos, no, no, no, no cumplen con las expectativas del patrón convencional, sí, o de lo que sea, qué sé yo, ni tampoco de la película artística convencional, ¿no? Todo eso. (Tose)
SANTIAGO MOTORIZADO:
Y... Ay yo iba a decir algo también no, porque…
MARTÍN REJTMAN:
No, porque la la tu relación con la comedia…Cuando elegiste esas siete películas elegiste…
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, varias, varias comedias, sí. Este, no, no, tengo una relación muy intensa con la comedia. Me cuesta mucho ver series, pero sí veo series que tienen comedia, que tienen humor, eso sí me gusta mucho y lo veo repetidas veces. Eh, los comediantes me parecen… seres superiores en todo sentido, incluso los malos, los malos comediantes, el hecho de salir al escenario con toda la intención de hacer reír a una audiencia me parece una cosa imposible, ¿no? Como irnos al espacio, es como, me parece algo, este, me genera mucha admiración, ya el hecho de de intentarlo y después los grandes comediantes que, que nada, me parecen superhéroes directamente. Pero sí me interesa mucho la relación de… el humor en todo, ¿no? En el cine, sin hablar de comedia ni comediante, ¿no? En las canciones. Yo tengo un conflicto que siento que el último disco no tiene humor, el último disco de Él mató y sí los anteriores. Todos los anteriores tienen un momento, un momento de humor que le da el acento, que corta cierta cosa… que, con riesgo de ser solemne, entonces... Este, estoy tranquilo, porque realmente siento que las letras, este, fueron sinceras y fue lo que yo quise escribir, pero siento que le faltó un poco más. Eh… y es algo que para mí es muy importante en todo. Y también me genera un montón de conflicto que el que la comedia esté subestimada o no tenga ese prestigio, no tenga ese valor… y… y sí lo otro, ¿no? Que me parece un error, este... Nada, este, también… de también de escaparse, ¿no? De las categorías, no de escaparse de la comedia, pero sí de de caer en una especie de cosa ya prearmada, ¿no? Entonces jugar un poco con el drama, con con la comedia, con… con algo que--con la melancolía y con el humor, todo, todo mezclado, este... Pero… No sé, no sé qué pasa con eso, si hay que reivindicarlo porque… A mí me gusta igual reivindicar cosas que… Yo fui a una Escuela de Artes que era, que también, igual que Martín, ¿no? Estaban así los más cool o más esnobs, digamos por decirlo de una manera, y los otros que renegaban un poco de eso y yo estaba medio en el medio. Me gustaba mucho discutir, ponerme a hacer de abogado diablo cuando me juntaba con los dos grupos, digamos, este, por diversión, ¿no? Por el hecho de discutir, por diversión y porque era divertido y… Y porque no había una verdad, ¿no? Que cerrara la discusión, entonces siempre estaba bueno tener eso, recordarlo siempre, este… No sé, me estoy yendo por las ramas, ya creo que dije todo.
MARTÍN REJTMAN:
Bueno, entonces terminamos esta conversación genial (Santiago se ríe)… ¿Cómo se despide uno en un podcast de, de…?
SANTIAGO MOTORIZADO:
Nada, como una despedida de, de amigos, ¿o no? Tipo: “La pasé muy bien”...
MARTÍN REJTMAN:
Sí, fue una charla muy amena. (Se ríen) Estuvo bien, pero…
SANTIAGO MOTORIZADO:
Es verdad que al estar grabados y todo esto y tener ahí como una pantalla, este, estoy seguro ahora de que vuelva a mi casa se me van a ocurrir un montón de preguntas, que te las puedo hacer en el futuro igual, pero bueno, no quedarán registradas en este podcast…
MARTÍN REJTMAN:
Para el episodio 2.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Sí, el episodio 2, este, pero igual estuvo buenísimo
MARTÍN REJTMAN:
Para la secuela… la secuela del podcast, que va a ser mucho más interesante (Santiago se ríe) que, que este… Pero bueno, terminamos acá la charla y nos despedimos y saludamos a...
SANTIAGO MOTORIZADO:
A la audiencia, gracias por acompañarnos.
MARTÍN REJTMAN:
La audiencia multicultural y multi—multilingüe, multilingüe no porque van a ser todos, todos de habla hispana, pero saludos a todos y gracias por escucharnos.
SANTIAGO MOTORIZADO:
Y gracias, gracias, MUBI.
MARTÍN REJTMAN:
Por invitarnos.
SANTIAGO MOTORIZADO:
…por invitarnos.
ENCUENTROS, un podcast de MUBI en español. La plataforma de cine
seleccionado a mano.
Escucha otros episodios de nuestra segunda temporada de: ENCUENTROS de
MUBI podcast con Paz Encina, Kiro Russo, Dolores Fonzi, Antonia Zegers,
Julieta Venegas, Eugenio Caballero, Cristina Gallego, Jayro Bustamante, Pablo
Stoll y Ana Katz.
Esto fue ENCUENTROS de MUBI podcast, con la participación de Martín
Rejtman y Santiago Motorizado
Idea: Efe Cakarel, Sandra Gómez, Jon Barrenechea y Ricardo Giraldo
Producción y supervisión: Ricardo Giraldo
Productores ejecutivos: Efe Cakarel, Sandra Gómez, Jon Barrenechea, Diego
Luna, Gael García Bernal y Paula Amor
Sonido: Javier Umpiérrez
Música original: Andrés Solís
Investigación, guion y transcripciones: Andrés Suárez
Coordinación de producción, guion y transcripciones: Fernando Peña
Grabación de Martín Rejtman y Santiago Motorizado en Argentina: Luciano
Villacé en Estudio Humano
Voz: Elvira Liceaga
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